This must be the place, de Talking Heads, ya cerraba hace casi tres décadas la primera Wall Street de Oliver Stone. Pero más recientemente volvió a ponerse de actualidad al dar nombre a la película homónima (aunque lanzada en España bajo el título Un lugar donde quedarse) protagonizada por Sean Penn. Una obra, a nuestro juicio, mucho menos interesante, pero que contaba con la nueva y desconecertante puesta en escena del tema en cuestión: