Lo primero de todo, ¿qué es BeReal?
Be Real, una nueva red social que pretende la autenticidad de sus usuarios, se presenta como la alternativa a otras más conocidas como Instagram y Tik Tok e irrumpe en el mundo de Internet con el objetivo de ofrecer un contenido “real” a los consumidores, premiando la espontaneidad y la inmediatez.
Tiene un funcionamiento muy sencillo para aquellos nativos digitales que ya cuentan con perfiles en otras redes: en un determinado momento del día, la aplicación manda un mensaje a sus usuarios para advertirles de que tienen dos minutos para “postear” su situación actual. El usuario debe tomar dos fotografías, una con la cámara trasera y otra en modo “selfie”, para enseñar dónde, qué y con quién está. Be Real es como tu madre, cuando sales con tus amigos y te llama sin avisar para preguntarte dónde estás.
Vale, ahora que ya sabemos de qué estamos hablando, vamos al lío.
¿Qué pretendían sus desarrolladores?
La aplicación, que alcanzó la fama en 2022, vende a sus usuarios el “aquí y el ahora”, como un interesante contrapunto a esas redes donde la realidad brilla por su ausencia -nos referimos a la realidad real, valga la redundancia, esa en la que no se necesitan filtros ni se busca el ángulo o plano perfecto-. En contraste a las redes sociales donde se busca impactar con lo visual, Be Real nace con el objetivo de mostrar la realidad del usuario y de que éstos sean auténticos, una premisa novedosa que le ha labrado un hueco en el complicado mundo de Internet.
Además, la red social solo permite al usuario ver los posts de sus amigos en la app una vez hayas subido tu “be real”. A partir de ese momento, puedes ver el resto de las fotos de tus amigos, hasta que salte la notificación al día siguiente. El proceso se repite, día tras día, con la salvedad de que el usuario nunca sabe cuándo puede saltarle la notificación. A diferencia del resto de redes, solo se puede subir una publicación al día, a la que se puede contestar con emojis y/o comentarios.
La app ha sorprendido a todos, los usuarios y los competidores, al tratarse de un soplo de aire fresco en el panorama cibernético. Sin ir más lejos, hasta Tik Tok ha intentado copiar su éxito, ofreciendo hasta 7 euros a sus nuevos usuarios solo por el simple hecho de registrarse e iniciar sesión durante una semana. Una campaña de atracción agresiva y a la desesperada ante la innegable, silenciosa y progresiva aparición de Be Real.
Otras empresas han surgido como inspiración de esta idea, como la recién estrenada “Kiwi” que permite a los usuarios pasarse canciones de Spotify o Apple Music y que, por ahora, no está teniendo -ni de lejos- el éxito de la red que ocupa este artículo. Ni siquiera “Tik Tok Now”, el hijo de la todopoderosa aplicación china, lo hace.
Sin embargo, la innovadora propuesta de Be Real, que intenta que sus usuarios realicen una publicación en menos de dos minutos una vez salta el aviso, se queda a medias y no consigue cumplir las expectativas de aquellos acérrimos buscadores de la autenticidad y de lo instantáneo.
El motivo es sencillo y, a su vez, contradictorio, ya que una app que presume de buscar la realidad permite que el usuario suba la publicación minutos, horas e incluso un día después -si la siguiente notificación tarda más de 24 horas en saltar-. Esto le da al usuario la posibilidad de decidir si quiere tomar una foto cuando esté desarrollando una actividad más atractiva o llamativa, precisamente lo que quiere evitar la app.
Be Real, por tanto, es un arma de doble filo que ofrece la posibilidad de ser auténtico y veraz y que al mismo tiempo permite fingir al usuario serlo.
Solo un pequeño aviso en el que se explica que el usuario colgó la instantánea unos minutos u horas tarde aparece acompañando a la publicación, que se convierte en ese momento en un “Late Be Real”. Por lo tanto, esa utópica idea de realzar la espontaneidad en contra de las fotos preparadas que promete la red social no se sostiene.
La intención, en este caso, es lo que cuenta, pero… ¿es suficiente para lograr estos objetivos entre sus usuarios?
Los estudios avalan nuestros pensamientos
Según un estudio publicado por la agencia de marketing Sortlist, solo el 9% de los usuarios publica la primera foto que toma. Sin embargo, el 35,60% hace al menos 3 fotos antes de decidirse a publicarlas y el 14,6% hace 5 capturas o más, lo que demuestra que todavía los usuarios siguen buscando el ángulo o tiro de cámara perfecto.
Además, más de la mitad de los usuarios esperan a estar haciendo algo interesante antes de publicar (53,80%), lo que choca con el propósito de Be Real de convertirse en esa red social auténtica. Un abrumador 86,40% de los encuestados no duda en asegurar que editaría sus fotos antes de publicarlas, una función que no permite la red social.
Nuestra conclusión sobre BeReal, por si todavía no sabes de qué lado estamos
Be Real, por tanto, es un quiero y no puedo en forma de red social, con un propósito valiente e innovador que se queda a medias. No sabemos si la culpa de ello es de la propia red social, que da manga ancha a los creadores, o de los propios usuarios, acostumbrados al mercado de “likes”, pero este dilema daría para redactar otro “post”.
En una primera fase, cuando lo que interesa es darse a conocer, resulta imprescindible la comunicación audiovisual (publicidad). Luego, lo importante es que el producto o el servicio que la empresa ofrece sea de calidad y que estya se mantenga.
Exacto. Estamos totalmente de acuerdo contigo, Salvador. Creemos firmemente en la veracidad en publicidad.
Muchas gracias por leernos 🙂